Ratchet, el Lombax más famoso, y su mejor amigo, Clank, están de vuelta para ofrecernos uno de los mejores juegos de Play Station 5 hasta la fecha. Ya que una vez nos ponemos con el mando entre las manos, uno se da cuenta del gran nivel de trabajo por parte de Insomniac y lo poco que le queda para llegar a una película de animación hecha videojuego. De todas formas, será cosa de profundizar en el juego y por eso… Vamos por partes.

Lo primero, la calidad gráfica que acompaña al mismo, tanto en escenas cómo en gameplay. Los mundos tienen muchos detalles, dándoles ese toque de vida que da gusto ver, con tantos NPC interactuando con nosotros. De todas formas, lo que más sorprende es el sistema de combate tan bien incorporado, manteniendo lo ya visto en anteriores entregas, pero esta vez más depurado y que las particulas le hace un gran favor. ¿En qué sentido? En un gran despliegue de luces, enemigos, NPC dando vueltas, disparos y con una suavidad que nos dejará asombrados.

Ratchet & Clank: Una dimensión aparte incorpora tres modos gráficos a gusto del jugador.

  • Modo Fidelidad: 30 fps, resolución 4K y RT activado
  • Modo Rendimiento: 60 FPS, sin RT y bajando la resolución.
  • Modo Rendimiento RT: Lo mismo, pero reduciendo aún más la resolución y activando el RT.

El que más sorprende es el “Modo Fidelidad”, algo que os recomendamos especialmente al ser el modo en el que lo hemos jugado, por disfrutar de todo su potencial aún sacrificando la tasa de frames.

Pasando al segundo punto, nos encontraremos un argumento que nos llevará a vivir aventuras entre dimensiones. Clank, con sus mejores intenciones, le regala a Ratchet una pistola dimensional para que pueda buscar a más de su especie, pero el Doctor Nefarius acaba apareciendo para amargar el momento a nuestros héroes. Tras una gran batalla, la pistola acaba casi destruida y por ello, el muro entre dimensiones se acaba rompiendo, teniendo que perseguir al Doctor Nefarius hasta un mundo que desconocen.

Desde un inicio estaremos a los mandos de Ratchet y Clank, pero una vez podamos viajar a diferentes mundos o dimensiones, se añadirá un personaje bastante especial, la gran Lombax Rivet. Igualmente, no solo tendremos que salvar el universo de la rotura dimensional, ya que deberemos ayudar a los habitantes de cada planeta a través de algunas misiones secundarias.

Dichas misiones, nos harán explorar aún más los planetas e ir recolectando los objetos coleccionables, lo que nos llevará a conseguir piezas de diferentes armaduras para nuestros protagonistas. Aún así, los tornillos que vayamos recogiendo por cada enemigo u objeto que destrocemos por las zonas, darán opción a comprar muchas más armas e incluso mejorarlas con los minerales de Radinio.

Entrando de lleno con el mando Dualsense, podremos darnos cuenta que su adaptación está muy lograda. La vibración háptica y el altavoz interno consiguen lograr una inmersión con el juego bastante sorprendente. Pero sin duda, lo mejor es cómo aprovechan los gatillos adaptativos, dependiendo del arma y su modo de disparo, con la que sentiremos el gatillo con dos tipos de funciones. La primera con el disparo normal y la segunda, dos tipos de disparo dependiendo de cual usemos, pero habrá que tener cuidado porque se puede encasquillar y bloquear el gatillo. En definitiva, Insomniac hace un buen uso del Dualsense utilizando algunas de sus funciones.

En el apartado sonoro nos encontraremos un doblaje increíble y unos efectos sonoros bastante logrados, siendo un buen añadido los auriculares Pulse 3D si es posible. La banda sonora corre a cargo de Mark Mothersbaugh, que ya ha trabajado en otros juegos como Crash Bandicoot o en películas como Thor Ragnarok.

En conclusión, Ratchet & Clank es un gran exclusivo para los primeros meses de vida de Play Station 5. Insomniac Games ha realizado un gran trabajo, de igual forma que lo hizo con los dos Spider-Man, pero hay que admitir que es un estudio de desarrollo a tener en cuenta. ¿Buscáis un juego en el que primer la Jugabilidad y la diversión? Pues este es tu juego y sin duda… No te decepcionará.