Dentro del amplio catálogo de juegos que tenemos a nuestra disposición hoy en día, es fácil encontrar diversos juegos que sean de nuestro agrado. Dentro de ese abanico de posibilidades en ocasiones llegan a nuestras manos títulos que tras terminarlos nos dejan con una curiosa sensación. Puede ser que fuera por sus impresionantes gráficos, por contar con una gran historia o un sistema de juego original. Tal vez simplemente lo jugaramos en el momento más apropiado o receptivo. La cuestión es que nos deja con la sensación de haber disfrutado de una pequeña joya. Y personalmente, es lo que sentí con el juego del que os hablaré hoy.

De mano del estudio barcelonés Open House Games nos llega A Tale of Paper, un juego indie de aventuras y plataformas que fué ganador de los Premios PlayStation Talents de 2018.

Nuestra aventura dará comienzo en un dormitorio lleno de papeles y cajas de mudanzas donde una lucecita parece buscar algo. Entonces veremos que posa sobre un pequeño muñequito de origami, fundiéndose con él y dándole vida. De esta forma «nacerá» Line, nuestro protagonista, al cual tendremos que ayudar a cumplir una importante misión.

En nuestros primeros pasos en el juego exploraremos una casa. Mientras recorremos las diferentes habitaciones podremos ir familiarizandonos con los controles y no tardaremos en descubrir el don especial de nuestro héroe de papel.

Line no solo aprenderá a abrir trampillas, si no que también posee una útil y curiosa habilidad: es capaz de transformarse en distintas figuras de origami. Todas ellas iremos aprendiendolas a lo largo de nuestro viaje y cada una nos dará una cualidad distinta, indispensable para superar los retos que encontraremos en nuestra aventura.

Por ejemplo la figura de la rana nos dará la habilidad de poder saltar alto. O la de bola de papel, que nos será útil para deslizarnos por tubos y cañerias. 

Pero no solo se tratará de elegir la transformación adecuada para cada situación, también deberemos superar diferentes puzzles y retos.

Por supuesto también tendremos encuentros con algún que otro enemigo. En ocasiones se tratarán de modernos robots aspirador que nos perseguirán dispuestos a destrozarnos y otras veces tendremos que enfrentarnos al ya conocido enemigo natural del papel, el agua.

Los controles básicos a nuestra disposición serán: andar, correr, saltar, interactuar y el manejo de la cámara.

El sistema de juego es sencillo y no tardaremos en hacernos a el. Cada transformación está asignada a un botón distinto por lo que es fácil y rápido cambiar de una forma a otra.

El juego carece de tutorial o de texto alguno que nos explique la historia pero hace un uso del lenguaje visual tan bueno que realmente no lo echaremos en falta en ningún momento.

En cuanto al apartado gráfico cuenta con un estilo sencillo pero bonito y muy cuidado. Encontraremos multiples tipos de escenarios que, dentro de representar entornos realistas, los colores y luces conseguirán dotarlos de una especie de ambiente fantástico o de cuento.

Será realmente importante fijarse bien en los detalles del entorno. Los miles de pequeños detalles que encontraremos a lo largo de toda la aventura nos ayudarán a ir descubriendo la historia real tras la aventura y el porqué es tan importante para nuestro protagonista.

Además de esto, muchas veces encontraremos en el entorno la solución para superar el puzzle de turno o una pista sobre la forma que debemos adoptar para avanzar. Por ejemplo un folio con una rana dibujada sobre una caja, indicativo de que podremos alcanzarla si usamos esa figura.

Es más, el juego es tan intuitivo que si observamos bien a nuestro alrededor nos daremos cuenta de que en ocasiones podremos realizar algunas acciones especiales.

En juego está compuesto por ocho niveles y en cada uno de ellos podremos encontrar una pequeña pajarita de papel. Será interesante conseguirlas todas ya que este coleccionable nos permitirá desbloquear cuatro bocetos en el apartado de Extras. Estos dibujos nos servirán para comprender mejor la historia.

Si bien es un título de corta duración, lo compensa con su bonita historia y su amena mecánica de juego.

En cuanto a la música, acompaña a la perfección y va cambiando de ritmo y tono para adaptarse a la situación según avanzamos por el escenario. Por poner un ejemplo, en un tramo de escaleras la intensidad de la música bajará o subirá con nosotros según subamos o descendamos.

En definitiva A Tale of Paper es un pequeño gran juego. Si os gustan los juegos de plataformas y disfrutáis de las historias emotivas no dudéis en darle una oportunidad. Estoy segura de que no os defraudará.