La primera vez que oí hablar de Sea of Stars fue por la suscripción a la revista GTM, ya que la portada del mes de Septiembre fue precisamente de ese juego. La elegí al ser la más bonita, y es una pena no haber oído hablar antes de este nuevo RPG, ya que es una maravilla. Se coció en la plataforma crowfunding de Kickstarter, algo que me hubiese gustado apoyar, y ahora me encuentro esperando el lanzamiento en formato físico. ¿Y como comencé a jugarlo? Algo que os estaréis preguntando, pues precisamente teniendo una buena charla con Roberto Alejo sobre los lanzamientos de Game Pass. Me lo instalé al día siguiente y es lo peor que pude hacer, ya que no solo he sacado el final bueno, sino también hasta el último de sus secretos.

Con Sea of Stars hubo dos cosas que me fascinaron, tanto que me hizo retroceder en el tiempo a uno de mis juegos favoritos de Snes. Sí, estoy hablando del mejor juego de la era Heisei según la revista Famitsu, es decir, Chrono Trigger. Ya que este juego comparte dos cosas, la primera la banda sonora al cargo del galardonado Yasunori Mitsuda, y la segunda, el sistema de combate. Se nota que la gente de Sabotage sabe muy bien como coger algo clásico y mejorarlo, como ya nos demostraron hace cinco años con The Messenger.

Voy a intentar contaros mi experiencia sin haceros ningún spoiler, así que podéis estar tranquilos. Puede que sea algo complicado, ya que como he mencionado antes, Sea of Stars me ha enamorado a muchos niveles.

El equipo de Sabotage ha creado el juego al 100% de puro pixelart y con fondos con imágenes fijas. Las escenas emblemáticas son totalmente animadas, por lo que hay momentos espectaculares como cuando controlamos el movimiento del Sol y la Luna. Esto último es una maravilla al ver en movimiento estos dos astros sobre el paisaje de fondo. ¿Y las habilidades definitivas de cada personaje? También se encuentran animadas y son espectaculares.

Los personajes principales, los secundarios y los que conocemos solo en una misión, están muy bien desarrollados y hacen que empatices con ellos, desde el Cocinero Guerrero hasta Fleshmancer.

Como veis acabo de nombrar un personaje en ingles, ya que aunque todo el juego este perfectamente traducido, hay dos palabras que no lo han hecho. Fleshmancer es un juego de palabras entre carne y nigromante, algo que he visto en algunos sitios traducido como nigromante y, en otras, como Carnemante. La otra que me chirría mucho es el propio título del juego, ya que hace mención a un lugar en particular. Cuando te hablan sobre él, siempre lo llaman “El Mar de Estrellas”, y hay un bocadillo en la red de velosferas que sale como Sea of Stars. La verdad es que me suena mejor Fleshmancer que la posible traducción al castellano, pero lo otro no lo comprendo, por lo que espero algún parche que lo corrija.

El juego arranca con “El Archivista” contándonos la historia, un personaje al que solemos volver en algunos momentos importantes para que nos siga contando nuevas aventuras. Igualmente, “El Archivista” nos dirá que de todas las posibilidades de futuros, la que nos va a contar es la que tiene más posibilidades de llegar a buen término. Tras este inicio, nos pondremos en la piel de los protagonistas llegando a un sendero de montaña, donde comentaran que tienen que ir a la isla espectral antes del próximo eclipse. Justo en dicho momento, arranca un flashback donde nos presentaran al enemigo del mundo y parte de los personajes principales.

Tras unas horas, llegaremos a la isla espectral, justo a tiempo para acabar con el enemigo, pero en ese momento hay un giro dramático de los acontecimientos y todo se convertirá en una contrarreloj para salvar el mundo del mal. Un momento, uno solo no, sino dos mundos, ya que el título del juego deja claro que vamos a surcar las estrellas.

El viaje a través de «El mar de estrellas» es de lo más bonito que he visto desde hace mucho y es una pena que solo lo podamos ver una vez, aunque ya os digo que lo vais a recorrer decenas de veces.

Durante toda la aventura nos va a acompañar un grupo de lo más variopinto, y aquí entra una cosa muy curiosa. Tenemos los personajes jugables y los llamados comitiva, que son personajes con los que puedes interactuar solo en las hogueras y que te amplían la experiencia de juego.

Como veis, el juego tiene miles y miles de pinceladas muy bien hechas una encima de otras. En el mundo abierto o en cada sitio que veamos una hoguera, podremos montar un campamento y mantener una charla con el resto de personajes y cocinar tranquilamente. Ya que en Sea of Stars nos curaremos a partir de comidas y no con pociones como bien nos tienen acostumbrados otro tipo de JRPG. Por otra parte, los compañeros nos podrán ofrecer misiones secundarias donde conseguir mejores armas y disfrutar de una historia centrada en ellos.

Además de todo lo hablado antes, el juego tiene uno de los mejores minijuegos que he visto nunca, el Girarodrillos. Este es un juego mecánico de uno contra uno,  en el que cada uno tiene dos figuras y, en función de la suerte y nuestra habilidad, tendremos que vencer al contrario. Según vayamos venciendo jugadores, iremos consiguiendo nuevas figuras y rodillos para enfrentarnos a la creadora del propio juego, indispensable para ver el huevo de pascua.

Iba a soltaros un pequeño micro spoiler sobre el final del juego, pero creo que me voy a callar antes que el redactor jefe me mande a los matones. Por lo que… os quedáis con las ganas sobre el detallito tonto que os iba a soltar.

Espero que no se os haya hecho muy largo, pero no podía hacerlo más resumido. Si tras leer mi pequeño biblia os han entrado ganas de disfrutar de Sea of Stars, lo encontraréis en Game Pass (Xbox) y en PS Plus Extra (Play Station), así como de forma normal en Nintendo Switch y PC (Incluyendo las consolas Play Station y Xbox por si no tenéis activo ningún servicio de suscripción).