SwordShip es el análisis que hoy os traemos para el blog. Un roguelike que con lo más simple y sin ser nada revolucionario, consigue ofrecer adicción y diversión a partes iguales.

La historia nos traslada a un mundo post-apocalíptico, donde prácticamente solo queda agua, un buen puñado de enemigos que nos lanzarán bombas y rayos láser para intentar matarnos y, por supuesto, nosotros. ¿Qué somos? Una especie de nave que va a ras de agua, a una velocidad alta y que tendremos que esquivar a todos los enemigos y conseguir el objetivo de salvar unas especies de contenedores marinos que nos dejan en el agua.

Nada de esto tendría sentido por las casi inexistentes pantallas de carga, ya que el morir es parte de la mecánica del juego, y más que una desesperación, ese pique con conseguir avanzar. Para evitar la muerte, tenemos varias opciones que, por ponerle alguna pega al juego, se me puede antojar un poco corta. Velocidad, movimiento, aceleración y aprovechar un enemigo para derrotar a otro. Eso es prácticamente todo lo que nos hace falta para no morir en este periplo virtual tan frenético.

Avanzar significa incrementar la dificultad, algo que lo vemos reflejado en ese número amplio de enemigos, cada uno con sus patrones y, aunque acabamos dominando y aprendiendo qué forma de atacar tienen, la cantidad de enemigos por pantalla y la velocidad será un plus más. Todo en este juego, cuenta.

Hasta tres mundos diferentes podemos visitar en SwordShip y cada uno de ellos más fluido que el anterior, y lo mejor es no memorizar el recorrido ya que no servirá de nada, pues la generación de los mismos se hace de manera procedural.

El apartado audiovisual es redondo. Con ello no decimos que sea referente en nada, todo lo contrario. Hace lo máximo con lo mínimo. Para recrear cada una de las explosiones, naves o enemigos, no hace falta ni una línea más ni una línea menos. Todo lo que vemos es reflejado con absoluto detalle. Lo mismo que pasa en un apartado sonoro que sí que podría ser un poco más peligroso, ya que puede pecar de monotonía y no es el caso. En ningún de momento y si algo he hecho en este juego, ha sido morir. La música nunca molesta, y decir esto, es decir mucho. Un juego en el que me he llevado en la misma pantalla varios minutos.

SwordShip es un juego arcade exigente y realmente, obligado a tener en nuestras bibliotecas de consolas. Un juego adictivo, corto si pudiésemos memorizar cada uno de los patrones, pero al no ser posible, se alarga la duración para poder echar varias tardes de entretenimiento y, si somos encima exigentes, sacar el máximo jugo a todo lo que podemos llegar a tener, en cuanto a mejoras y demás opciones.

Swordship ya se encuentra disponible en Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S, PS4, PS5, Nintendo Switch y Steam.

*Código de Xbox proporcionado por Plan of Attack