“El otro día volví a descender a las tierras de Geodia, estaba algo aburrido y necesitaba recolectar bastantes Sparklite para invertir en la tienda. El problema es que de poco sirve aprenderse cada una de las zonas, ya que cada poco tiempo se producen terremotos y todo cambia… Sí, es un fastidio que he llegado a asumir y no será por exploradores que se hacen los valientes y recorrer cada una de las regiones. Ahora bien, mi negocio no va a evolucionar por sí solo, por lo que no tengo más remedio que farmear Sparklite.”

A veces cuesta dar en el clavo, pero pocas veces un juego deja marca. Sparklite llegaba al mercado a finales del pasado año de la mano de Red Blue Games, los cuales se decidieron en mostrar un mundo procedural con un toque de 16 bits. No voy a negar que sea algo que me llama poderosamente la atención y es por ello por lo que decidí darle una oportunidad sin haberme informado demasiado. ¿Qué me he encontrado? Desafío, exploración, desarrollo… Tantas cosas que te acabas preguntando si finalmente han hecho bien las cosas.

En Sparklite nos meteremos en la piel de Ada, la cual tiene un inicio de lo más problemático. Su nave, por culpa de una tormenta, empieza a tener problemas y no tiene más remedio que huir en una capsula de escape. Una vez recobra la consciencia, se da cuenta que ha caído directamente en las tierras de Geodia, donde descubrirá que los compañeros del Barón están extrayendo los recursos naturales de cada una de las regiones. ¿Nada nuevo? Claro, eres la elegida y te va a tocar salvar el mundo. ¿Eso es nuevo? No, pero había que decirlo.

Como todo rogue like con mapas procedurales, todo será diferente cada vez que decidamos explorar las tierras de Geodia. ¿A que me refiero? A que cada una de las regiones tiene su propio ecosistema y con ello sus secretos, criaturas, cofres, templos y mini puzles. El problema es que llegado un punto, cada una de las zonas se nos harán familiares, ya que los mapas procedurales tienen su límite y Sparklite tiene el suyo propio.

Nuestra protagonista podrá defenderse con una llave inglesa, la cual se puede convertir en un martillo para ataques en área. Por otra, podremos propulsarnos  gracias a unas botas para esquivar los enemigos, ya que cada uno tiene sus propias pautas.

En Geodia, descubriremos una serie de armas secundarias gracias a los templos, siendo unas cinco en total. En los templos realizaremos una serie de puzles conectados directamente con las armas y una vez las completemos, recibiremos los planos para construirlas en la base.

Aunque todo sea por dar variedad, para construir las armas secundarias necesitaremos Sparklite. No será realmente fácil, pero si exploramos las zonas podremos obtener una buena cantidad, siendo de menos a más la cantidad que vayamos acumulando dependiendo de la región y el grado de dificultad de la misma.

Ahora viene el toque de dificultad y es que tendremos que acostumbrarnos a morir no una, sino varias veces. También podríamos llamarlo desmayarse, ya que en un inicio y hasta que no vayamos desarrollando a Ada, se nos hará relativamente complicado avanzar.

Cada vez que nos desmayamos, volveremos a la base y si descendemos a Geodia, nos encontraremos un mundo totalmente nuevo, es decir, lo que hayamos explorado lo perdemos. Igualmente, las piezas de mejora de vida, daño, energía para las armas, Sparklite y coleccionables, no los perdemos, pero si las ayudas en forma de parches de daño, agilidad, curación, etc. por lo que toca volver a recogerlos.

No será realmente fácil, pero es ahí donde se encuentra su función principal. Red Blue Games ha querido que sintamos como desarrollamos a Ada a lo largo de la aventura, sin dar facilidades al jugador, pero poco a poco, una vez la mejoremos con corazones, energía, aumento de daño, etc. nos encontraremos más cómodos. Eso sí, todo desarrollo tiene su escala y esto va ligado a la historia, ya que no nos dejaran pasar de una región a otra por placer, sino cuando el guión lo necesite, teniendo total libertad llegado un punto.

En la base, gracias al Sparklite, podremos usar las piezas de mejora en Ada, con la que ganaremos más daño, energía, corazones y una mejor localización de los templos, bases enemigas y los jefes. Todo ello no lo tendremos en un inicio como bien he mencionado antes, pero es algo que habrá que ir consiguiendo de la forma más dura.

Igualmente y dejado de lado a Ada, cada una de las tiendas disponibles en la base tiene su función y con ello, una buena inversión. Podremos hacerlas evolucionar invirtiendo Sparklites, por ejemplo para que podamos construir más armas secundarias o espacios para parches de mejora.

Está claro que es un sistema de juego que no va a agradar a buena parte de la comunidad, ya que los mapas procedurales, llegado el punto, dejan de sorprender.

Antes de pasar a otro apartado, no voy a olvidarme de los enemigos y los jefes finales de cada zona. Cada criatura tiene sus pautas de ataque y tendremos que memorizarlas para no estar desmayándonos cada poco tiempo, pero podremos  atacarles o huir, pero es recomendable atacarles para obtener Sparklites. El problema llega ahora y es que una vez avanzamos a lo largo de la aventura, hay algunos que se repiten variando el color, algo que al fin y al cabo conocemos de buena mano, pero que llega a cansar. Básicamente nos harán más daño, pero es una mecánica que se ha visto en más de un título y ya que crean cada zona con un ecosistema de forma procedural, al menos en una de ellas podrían tener otro tipo de diseño.

Por último, nos encontraremos los jefes finales en forma de titanes. Cada uno de ellos será una crítica a la explotación de recursos naturales, ya que por órdenes del Barón, serán los que se interpongan en nuestro camino. Cada uno tiene su mecánica, las cuales tendremos que memorizar una vez nos encontremos con ellos.

El apartado gráfico es de notable, un pixelart resultón sin llegar a ser el más trabajado hasta la fecha. En el apartado sonoro nos encontraremos una BSO de lo más pegadiza y resultona, siendo un buen acompañamiento a lo largo de la aventura. ¿Y los textos? Totalmente traducidos al castellano.

En conclusión, Red Blue Games ha realizado un buen trabajo con Sparklite y aún teniendo sus pequeñas pegas, el conjunto lo hace un juego interesante. Lo bueno es que viene bien para desconectar de juegos de mundo abierto, por lo que si te estás pensando en darle una oportunidad y todo lo descrito te convence, no lo pienses.