Cuando pienso en Medievil me da por retroceder casi 20 años, ya que no fue hasta bien entrado los 2000 cuando pude disfrutar de sus dos entregas en la pequeña Play Station. Al ponerme con un juego de mi juventud, muchas veces el efecto nostalgia me juega una mala pasada y juegos que en su día me enamoraron, ahora no los aguanto. El problema de Medievil es que con este remake tenía bastante reparo, no por nada, pero es que aquella blasfemia llamada Medievil Resurrection me dejó bastante tocado.

Pero llegó la Demo, la descargué, la instalé y empecé a santiguarme, y para sorpresa mía, la completé como si nada, porque todo era idéntico. Habían reproducido perfectamente el juego, es más, si mis recuerdos no me fallan la Demo que tenía delante era la misma que salió en su día para PSX. Me dejó con un hype muy alto, quería más y lo quería ya, pero aún me tocaría esperar unas semanas, me armé de valor y empecé a tachar días mientras me pasaba una y otra vez la Demo.

Cuando elegí la versión Deluxe, pensaba que me arrepentiría hasta la saciedad, pero no fue así, ya que mientras veía como se iba descargando, pude disfrutar de un cómic en el que explicaban que había sido de Daniel y Kiya. La verdad es que este final me recuerda mucho a lo que hizo Ubisoft con “Prince of Persia”, ya que sin entrar en muchos detalles cierran el circulo, con lo que nos dejan ya definitivamente sin una tercera entrega.

Tres horas de espera eterna, y ya sin dedos me dispuse a jugarlo. La experiencia fué impresionante y más tras el tiempo que le he dedicado, maldiciendo la consola y enemigos por igual, con el extra de que actualmente los mandos son inalámbricos y la consola no ha salido despedida, acabando en el suelo con el disco saliendo volando.

Estaba algo preocupado por la dificultad, pero al final es básicamente la misma. Me refiero que tras probar otros remakes como Crash Team Racing, en donde la dificultad había sido alterada hasta lo impensable, también se vería afectado este Medievil, pero estaba totalmente equivocado y en definitiva, se mantiene de la misma manera que en su día.

Por profundizar algo en el tema, tras completar el tutorial y vencer al Demonio de Cristal, nos encontraremos con una dificultad algo disparada. Medievil es un buen juego y este remake sigue siéndolo con un mal crecimiento de dificultad, pero eso no quita que haya envejecido muy bien.

En todos los niveles te encontraras un cáliz de almas, guiño a los caballeros de la mesa redonda, que se irá rellenando según vayas eliminando enemigos, pero cuidado con matar inocentes, que si no lo verás disminuir. Una vez se encuentre al 100% tendremos acceso a la sala de héroes, en la cual nos tacharan de estafador y no seremos un héroe hasta que venzamos a Zarok, así como reunir todos los cálices.

Según vayamos obteniendo cálices, conseguiremos armas más poderosas que irán sustituyendo las que ya tengamos en nuestras manos. Por ejemplo, la Porra objeto rompible es sustituida por el Martillo de Guerra y los Cuchillos Lanzables son sustituidos por la Ballesta, que aunque ambos son de munición, la ballesta es mucho más poderosa. También iremos mejorando nuestro escudo, así hasta que los reunamos todos y con ello, desbloquearemos una escenita especial tras el final del juego.

Para los que ya jugaron en su momento, lo disfrutarán rememorando los viejos tiempos. Los que no lo conozcan, es una de esas pequeñas joyas por parte de Sony,  una aventura que se ha quedado grabada en los jugadores de la primera Play Station.

Tras todo esto puedo decir que esta vez Sir Daniel Fortesque, sí que ha entrado en el salón de los Héroes y por la puerta grande.