Muchas veces me pregunto cómo enfocar los análisis y ya han sido varias veces las que he cambiado un poco su estructura para que no se hagan muy pesados. Los dos últimos análisis poseen una estructura clásica, algo que más de uno estará acostumbrado tras leer alguno que otro en webs especializadas, pero los primeros que hice en el blog eran más con un estilo más personal y directo, por lo que esta vez voy a aprovechar y hablar de Days Gone de esa forma.
Ya ha pasado más de un mes desde que la aventura de Bend Studios salió en Play Station 4, por lo que muchísimos jugadores lo habrán platinado, debatido, etc. en multitud de rincones por la red. Aún así, no voy a dejar escapar la oportunidad de hablaros de un juego especial, uno de esos en los que algunos pequeños fallos en sus primeros días me dieron más momentos divertidos que otra cosa y es que lo que han lanzado los chicos de Bend Studio es algo para remarcar.
No he venido para iluminaros y mostraros todos los fallos que he visto en el juego, sino para hablar de sus bazas, ya que para lo primero tenéis youtube con multitud de vídeos de los primeros días que estuvo a la venta. A día de hoy, puedo confirmar que el juego es 100% disfrutable y que las críticas se han centrado más en lo malo que en lo bueno, sin mencionar que el estudio ha estado desde el primer día intentando reparar los Bugs más graves, sacando parches día sí, día también, para que los jugadores puedan disfrutar de la experiencia.
Posiblemente muchos no se habrán preocupado en saber como un pequeño estudio como Bend ha podido lanzar esto al mercado y es que desde Play Station 2 no habían lanzado un juego en consolas de sobremesa. Pueden pecar de ambiciosos, pero eso no quita que hayan sacado valor para lanzar esta nueva aventura y preocuparse en reparar los fallos a velocidad de vértigo, otros no actuarían de la misma manera.
En fin, tras esta pequeña introducción, supongo que va siendo hora de hablar algo del juego, una aventura ambiciosa que espero que aprendan de sus errores en busca de una secuela u otro juego que quieran lanzar al mercado.
En Days Gone nos meteremos en la piel de Deacon St. John, un superviviente en un mundo que se ha ido al garete por una epidemia zombie o, como yo los llamo, infectados. Deacon por desgracia ha sufrido la pérdida de su mujer Sarah, y a veces se pregunta porque sigue luchando en este mundo tan deshumanizado y perdido de la mano de dios.
La historia está bien desarrollada con sus más y sus menos. Su duración puede llegar a las 40 horas de juego, algo que afecta a su narrativa al diluirse en algunos puntos, pero entiendo que los chicos de Bend Studio hayan querido sorprender en su primer acercamiento a Play Station 4.
En el apartado jugable encontramos mecánicas ya vistas en otros sandbox, pero no quita que se hayan incluido algunas cosas que llaman la atención, mención especial al tema de la motocicleta.
Los tiroteos son simples y directos, nada que objetar en este punto y menos mal… Ya pensaba que iba a tener que estar disparando a un árbol para poder acostumbrarme. Por otra, existe una serie de habilidades que iremos desbloqueando en tres arboles distintos, de esta forma le damos algo de variedad a Deacon, aunque el problema es que no hay muchas opciones interesantes.
El combate cuerpo a cuerpo y el sigilo serán esenciales a lo largo de la aventura y es que si los tiroteos eran simples y directos, esto aún más. Sobre el sigilo tendremos que ir con cuidado, agachados e ir colocándonos en coberturas, así como pasar por zonas de hierba para que los engendros o humanos no nos vean. Aún así, también tendremos que tener cuidado con el ruido que hagamos o si nos vamos escondiendo de día o de noche, usando a nuestro favor la luz u oscuridad.
Para rematar, Deacon posee una moto que mima muchísimo y eso se traslada al jugador. Tendremos que ir recogiendo recursos como munición, elementos de fabricación para explosivos o botiquines y chatarra para reparar la moto o las armas. En resumen, vais a pasar demasiado tiempo recogiendo basura del escenario.
Sobre la moto, podremos ir mejorándola poco a poco, así como repostar gasolina al tener un depósito limitado. Con las mejoras podremos aumentar el depósito, hacerla más veloz o resistente entre otras cosas, pero lo mejor es personalizarla visualmente con pintura o ciertos adornos.
Si te estás preguntando si la moto da facilidades a la hora de desplazarte, ya te digo que no al encontrarnos emboscadas, ataques de animales o meternos en persecuciones bastante intensas. ¿Lo bueno? Que la moto también actúa como guardado rápido por si hay algún problema.
“Una historia con una estructura especial”
Bend Studios ha querido innovar en cómo desarrollar las misiones de la historia principal, así como de las secundarias. No tenemos la típica lista de misiones, sino “historias” que se van completando poco a poco, siendo algo confuso en un inicio y luego se convertirá en algo intuitivo. Puede que no sepas realmente lo que estás haciendo y las tramas empiecen a abrirse sin un objetivo en claro, pero al menos el mapa del mundo es claro y conciso, por lo que tardarás poco en familiarizarte con el sistema.
El problema al final es que puede llegar a ser algo repetitivo al no tener unas misiones de lo más interesantes, siendo repetitivas hasta decir basta, pero necesarias para obtener una serie de recursos e ir avanzando en la trama con mucha mayor facilidad. Es una pena que no hayan aprendido de lo visto en juegos como Assassin’s Creed cuando le llovieron críticas por ser tan repetitivo y llenar el mapa de coleccionables, algo que tendrán que resolver en una posible secuela o en un nuevo proyecto.
Las hordas de enemigos es algo con lo que han ido enseñando el juego desde su presentación, una parte esencial que lo hace diferente. La pega es que la Inteligencia Artificial no acompaña y que no familiarizan al jugador desde un inicio en el sistema, invitando a huir de ellas más que otra cosa, no entendiendo dicha decisión. Al menos, pasadas unas buenas horas te meten de lleno en sus mecánicas y te invitan a buscarlas por el mapeado, siendo desafiantes y a la vez intensas.
¿Su mayor lacra? Lo dicho, la IA general de los engendros, ya que a veces pasan por encima de cadáveres, atraviesan paredes, no reaccionan, etc. No es algo que pueda llegar a alterar, ya que a lo largo de toda la generación es un punto que muchísimos estudios no han sabido mejorar y que espero que en la siguiente sea un tema en el que se centren realmente.
En el Apartado Gráfico nos encontramos un mundo bien estructurado, precioso y que hace darse cuenta del mimo en el apartado artístico. En algunos momentos podremos sentir algunos bajones de fps, pero ahora mismo son menos que cuando salió a la venta. Las animaciones no están del todo depuradas, algo que deberían de haber tenido más cuidado para que no desentonen.
Se han lanzado varios parches para reparar una serie de errores gráficos que frustraban la experiencia jugable y aunque ya está mucho más pulido, aún le queda trabajo a día de hoy.
En conclusión, Days Gone es un juego con mucha ambición a sus espaldas, tanta que a Bend Studios le ha acabado por superar. No es un mal juego, tampoco el mejor del mercado, pero si se le pueden perdonar algunos errores en su desarrollo y tarde o temprano encontrará su lugar en este fin de generación que poco a poco está llamando a nuestras puertas.
Si tienes la oportunidad de probarlo, te llama la temática de un mundo asolado por una pandemia, engendros, etc. te acabará gustando por todo lo que ofrece. Hay contenido de sobra para tenerte atrapado en su mundo durante horas.
El Jugón Solitario 