No tenía planeado escribir este artículo, sino centrarme en algo especial de Assassin’s Creed Odyssey. Al final, tras estar de charla en un grupo de WhatsApp me ha entrado la inspiración y por ello, toca reflexionar sobre las emociones que provocan en nosotros algunos videojuegos.

Todos sabemos el poco tiempo que le queda a Xbox One y Play Station 4, más cuando se están filtrando datos de las sucesoras. Aún así, mientras existan los juegos intergeneracionales, seguirán con nosotros un poco más, pero eso… Es adelantar los acontecimientos.

Son bastantes años los que han pasado desde que se inició esta generación, tantos que los que vaticinaban un fracaso se han ido a una isla desierta para que no les persigan. Si mal no recuerdo, WiiU fue la primera en aparecer, intentando mantenerse a flote con sus pocas ventas, mientras que PS4 y Xbox One empezaban con juegos intergeneracionales y remasters que no hacían más que enfadar a unos jugadores deseosos de nuevas experiencias.

Por mi parte, en estos momentos solo mantengo una Play Station 4, Nintendo Switch y New 3DS. Al inicio de generación tuve WiiU, PS4 y Xbox One, pero con el tiempo he sido mucho más selecto, aunque las decepciones también tuvieron que ver.

consolas

Son muchos los juegos que han calado en mí, hasta tal punto de emocionarme. Al principio no estaba muy convencido de la actual generación y al final, seis años después, puedo decir que estoy realmente contento de cómo ha ido evolucionando.

Muchos se preguntan como este mundillo puede llegar a emocionar a alguien, pero es difícil de explicar. Hay juegos que esperas durante mucho tiempo generando hype, otros calan en ti cuándo no lo esperabas y por último, pueden ayudarte a pasar por un mal momento.

En estos momentos estoy esperando con ganas Kingdom Hearts 3 y seguramente en cuánto tenga en mis manos su edición Deluxe, acabe emocionado. No por nada, sino que esta saga ha estado conmigo desde Play Station 2 y tengo recuerdos bastante especiales desde entonces, algo que habréis podido leer en el artículo de hace unos días.

kingdom-hearts-iii-20191181616409_1

The Legend of Zelda Breath of the Wild llegó a mi vida en un momento difícil y gracias a el, pude recuperar las ganas de meterme en el mundillo. Ese viaje en soledad de Link a través de Hyrule me caló hasta el fondo, sintiéndome parte de su aventura y disfrutando cada cosa que descubría.

Breath of the Wild me ayudó a superar una depresión o al menos, suavizarla para luego trabajar en otros puntos. Una vez vi los créditos finales, no me pude aguantar, acabé llorando en el sofá recordando todo lo que me ha hecho sentir mientras exploraba Hyrule.

¿Realmente ayudan? Sí, muchísimo, más cuando te encierras en ti mismo. Te reactivan, te hacen sentir otro tipo de emociones e incluso puedes conectar con el personaje protagonista. Son pocos los juegos que pueden ayudarte a pasar un mal trago, pero mientras que a mi me ayudó un viaje en soledad por Hyrule, a otros puede que no.

C_BOLABUQAAte87.jpg large

Creo que va tocando hablar de un brujo algo canoso que prefería estar matando monstruos a dormir en un lugar bien cómodo. The Witcher 3 fue uno de esos juegos que saboreé con ganas el pasado 2015 y encima en mi extinta Xbox One. Fue el primer juego que hizo que superase las 105h de juego, algo que a día de hoy es difícil si no te engancha o más bien… prefieres ir quemando juegos de la estantería.

La verdad es que todo empezó siendo un pique con mi amiga Miriam, la cual quiso jugarlo a la vez para ver quién avanzaba más. Al final, decidí tomármelo con calma e ir explorando todos los ? del mapa, perdiéndome en su lore y dejando la historia en segundo plano.

Conocí a Geralt the Rivia en su segunda entrega en la extinta Xbox 360, ya que mi antiguo portátil no lo soportaba. Dicha entrega te dejaba con ganas de más y la espera hasta su tercera parte se me hizo eterna. Lo que no esperaba es que iba a durar tanto, pero había tanto que explorar y descubrir que acabó atrapándome. Puede que algún día le de otra oportunidad con la edición GOTY en Play Station 4, ya que las expansiones las tengo pendientes.

the witcher 3

Monster Hunter 4 Ultimate también tiene su miga, ya que fue gracias a mi colega Carlos que empecé a interesarme por la saga. Sus anteriores entregas solo las había probado, pero con esta cuarta entrega acabé enganchándome solo por una cosa, jugarlo en cooperativo.

Realmente, la mayor importancia que tuvo este juego fue el reconectar con antiguos colegas del instituto y de paso, conocer gente nueva. Solamente por eso, se merece ese cariño especial y que siempre tendré en mente.

¿Recordáis a un buscador de tesoros que no paraba de soltar chistes malos por su boca? Exacto, estoy hablando de Nathan Drake. Había podido disfrutar de la trilogía en mi extinta Play Station 3 y con el anuncio de una cuarta entrega en PS4, mi hype se multiplicaba bastante.

La emoción al tenerlo en mis manos fue de un niño pequeño esperando su regalo navideño y encima, con esos recuerdos junto a mi Padre, se multiplicaban. Una vez pude terminarlo, fue la primera vez que sentí un vacío extraño, como que algo se acababa y tocaba seguir adelante, algo que hasta Breath of the Wild en 2017 no volví a sentir.

3058054-city_06

Hace un año que me propuse rejugarlo y sinceramente, me fijé en otros detalles que se me escaparon en la primera pasada. ¿Más oportunidades? Tened claro que sí, pero más adelante

Para acabar, hay un juego al que sigo jugando en estos momentos y del que me esta empezando a dar pena acabar. Asssassin’s Creed Odyssey lo compré a ciegas, ya que tras jugar a Unity estaba algo decepcionado con la compañía. Tengo a la espera Origins, un regalo de mi buen amigo Antonio que jugaré en un futuro, ya que la temática griega espartana me llamaba mucho más.

Por ahora, en este mismo momento, llevo más de 120 horas disfrutando de la odisea de Kassandra (Kassy para los amigos). De la que ya he completado sus tres historias principales y ando con los DLC hasta la salida de Kingdom Hearts 3. Sinceramente, ha sido un personaje que me ha llamado la atención de lo bien trabajado que esta, narrativamente hablando, ya que tiene una historia simple pero atractiva.

Su apartado artístico te enamora desde el primer momento, algo que también viví con Zelda Breath of the Wild, abusando del Modo Foto en cuánto veía algo que me gustaba. Hasta cierto punto, me he planteado hacer un Hoffman con la de fotos que tengo a mano, aunque por ahora lo digo a modo broma… O no.

kassandra.0

No quiero entrar en detalles, ya que eso llegará en un artículo que tomará forma en un futuro. Por ahora, seguiré disfrutando todo lo que pueda del mundo que ha creado Ubisoft y viviendo las peripecias de la Kassy.

En conclusión, como habéis podido leer hay multitud de juegos que han calado en mí, pero que por desgracia no puedo concentrar en este artículo. Es difícil de explicar lo que se siente realmente, aún así, solo deciros que disfrutéis de esta afición todo lo que podáis, descubráis mundos en los que perderos, aventuras emocionantes y personajes con los que podáis llegar a conectar.

Los videojuegos son algo especial, poco valorados realmente y en los que buscan una excusa por algún mal en el mundo. Personalmente, me han ayudado bastante en algunos aspectos de mi vida y les tengo bastante cariño, por lo que espero seguir disfrutando de esta afición todo lo que pueda, ya que aunque haya un final… Siempre quedará lo acumulado en las vitrinas.

Realmente, y ahora que me paro a pensar, es el artículo más largo que va a tener el blog desde su creación. En fin…

relax