No entraba en mis planes publicar una nueva entrada tras la de hace unos días, pero tras darme cuenta que es el 20 aniversario de Metal Gear Solid… He cambiado de idea.

Hubo una vez un Rober pequeñin que adoraba su pequeña Play Station tras el robo de la flamante Super Nintendo. En sus manos se encontraban los juegos de Tomb Raider 3, Final Fantasy VII y Broken Sword 2, pero llegó un día en el que una suculenta demo de Metal Gear Solid llegó a sus manos.

Fue en plena noche, mientras mis Padres dormían, cuándo entre buceando con Solid Snake en Shadow Moses. Lo primero que sentí fueron nervios, unos que me hacían temblar ante el respeto que me producía el juego. El problema radicaba en que no pude avanzar demasiado, ya que esa emoción pasó a convertirse en “miedo” y tuve que dejarlo ahí”

Pues sí, como leéis, le tenía miedo al pobre Metal Gear Solid y mira que no era un juego destinada para tal cosa como Resident Evil 2. Con el tiempo, mientras ayudaba a recoger pinocha en el chalet de mis Padres, escuché una melodía proveniente del vecino, la cuál me era tan familiar que necesitaba curiosear para salir de dudas. Tal fue así que me planté en su casa y me senté a su lado mientras se pasaba Metal Gear Solid.

Le conté mi maravillosa experiencia y no hizo más que reírse, para tan solo decirme que estuviese atento porque iba a cambiar el recuerdo que tenía sobre el.

Pasaron dos semanas desde entonces y cada vez que escuchaba la sintonía, acababa en su casa ojeando al pobre Solid Snake. Llegado un punto, decidí alejarme porque no quería saber más y empecé a marear a mis Padres con que quería probarlo. No salió como pensaba y no fue hasta meses después que pude conseguir una copia del juego, el cuál iba en dos discos, y empecé a vivir la historia de Solid Snake a través de mis ojos y el primer Dual Shock.

A partir de ahí acabé enamorado de la aventura, hasta mi propio Padre se quedaba a veces ojeando las cinemáticas o las conversaciones por códec, aunque si que quedaba algo que temer… El duelo contra Cyborg Ninja.

Tuvo que estar mi amigo Enric cerca para enfrentarnos al Cyborg Ninja y tras sudar la gota gorda, conseguí vencerlo con su apoyo. A partir de ahí, fue un camino de rosas que disfruté por su gran narrativa.

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Podría decirse que le di unas 32 vueltas a la historia, tantas que mis Padres acabaron hartos de que siempre estuviese con el mismo juego. El juego desprendía muchísima magia y es que era una historia adulta tan bien representada en una consola de 32 bits que costaba asumir que la estuviese jugando.

Las cinemáticas, conversaciones por códec, el estilo cinematográfico,  la banda sonora, el gran doblaje al castellano con Alfonso Vallés… “Pero que coño…”. Sigo pensando que fue un juego adelantado a su tiempo, igual que Super Mario 64 fue para los plataformas.

Hoy en día podemos encontrar guiones más trabajados y que aprendieron de aquellos primeros juegos de Play Station y N64, por lo que habría que agradecer todo el trabajo de entonces y lo que tenemos en este momento.

El problema de Metal Gear Solid en sus siguientes entregas fue Hideo Kojima, así, tal cuál lo digo. Tengo mucho que agradecer a este desarrollador, pero hoy en día, estando en su propio estudio con Death Stranding se le ha elevado a ser lo mejor de lo mejor cuándo no es así.

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Tras Metal Gear Solid 2-3, siguieron presionándole para desarrollar más entregas y añadió a Big Boss a la ecuación. Fue tal el boom con la tercera entrega que quiso cerrar la historia de Solid Snake en PS3 con la cuarta entrega. A partir de ahí, fue hacia abajo, sin desmerecer a Peace Walker o Portable Ops (No Canon) en PSP, pero mucho se esperaba de su quinta entrega y finalmente por lo único que se recuerda a Phantom Pain es por la guerra entre sus fans a raíz de lo repetitivo que puede llegar a ser y su gran jugabilidad. Aún así, esto no viene al caso.

Los dos Metal Gear de MSX, Metal Gear Solid de PSX y Metal Gear Solid 2-3 en Play Station 2 serán grandísimos juegos que recordaré toda mi vida. Puede que les de otra vuelta, por ejemplo la versión de 3DS de la tercera entrega y el primer MGS en emulador, aunque eso será en otro momento de mi vida…