El primer artículo que pude redactar en el blog, lo enfoqué directamente en cómo los videojuegos pueden ayudar en los malos momentos. Llevaba retrasando uno algo más serio y creo que por fin ha llegado el momento y así desconecto un poco de la cantidad de información generada por el E3.
Hace unos años tuve un pequeño problema de autoestima generado por una serie de situaciones, las cuales provocaba que me calentase la cabeza y lo pagaba directamente con mis propias aficiones. Podría decir que tuve depresión, pero no llegaba hasta ese punto, pero sí me dejaba guiar en algunos momentos por lo que me decían los demás, afectándome más de lo que creía en dicho momento.
Dicho problema, afectaba también a mis decisiones, dudando de todo en según qué situaciones. Eso me provocaba ansiedad, así como vuelta a la cabeza de algunos problemas en mi niñez que tenía bien guardados dentro.
Con todo ello, donde más pagué todo el problema fue en mi salud y aficiones, en especial los videojuegos.
Antes de que empezasen los problemas, veía con orgullo la colección que tenía en mis manos, el esfuerzo por conseguir tal título o saber que tenía algún que otro juego de mi niñez y lo que eso significaba. Compartía historias con mis amigos más cercanos e incluso mi familia, siendo a veces un poco pesado, pero de esa forma se daban cuenta de lo que significaban para mí.
Llegado un punto, todo se fue cuesta abajo y sin frenos, todo lo que me decían empezaba a afectarme más de lo que yo creía en un primer momento. Empecé a cambiar, no por mí, sino por los demás o si se me encaraban, por lo que el problema de autoestima era más que evidente.
¿Puse remedio? No, me sentía extraño, regular, pero no sabía exactamente que me pasaba. Lo primero que hice fue empezar a vender mi pequeño sueño, todo, tal cual, llegando a arrepentirme a día de hoy. Al principio veía que era el momento de avanzar, cambiar, etc. pero de lo que no me daba cuenta es que no era una decisión propia, sino generada a raíz de algunos hechos.
Una vez me quité parte de la colección, sentí un pequeño vacio, una sensación de una decisión apresurada y sin venir a cuento. Parte de mí se había perdido, quedando un pequeño cascarón vacío al que no le salían las gracias. Aparte de todo eso, me sentía mal hasta cuando jugaba por lo que podían pensar los demás, algo que espero que nadie sienta en ningún momento.
No solo se vio afectada esta parte de mi vida, sino también el no sacar tiempo para mí y darlo a los demás, así como el deporte.
Las situaciones en la vida llegan a provocar cambios en nosotros mismos, pero dichos cambios deben llegar por nuestra propia mano y no por lo que digan los demás. Una persona es como es, su esencia, sus aficiones, forma de ser, acciones, etc. por lo que debe ser aceptada con sus cosas buenas y malas. Es fácil intentar manipular a día de hoy y más una persona con autoestima baja y con unos hechos en el pasado que le han ido marcando.
Todos tenemos un camino que recorrer, podemos tomar una ruta u otra, pero al final toda decisión que tomamos acaba afectando tanto para bien como para mal. De todo se aprende al fin y al cabo, llegando al punto de que algunos necesitamos ayuda o salen solos.
Cuando recuperé parte de mi esencia, tome la decisión de que nadie iba a poder cambiarme, sino que tenían que aceptarme tal y como soy. Ya sea vestimenta, videojuegos, deporte, escapadas, alegre, decisivo… Entre otras cosas.
Me volví a centrar en los videojuegos, coleccionando los que realmente quería y marcaron en mi niñez. Me he sentido muy apoyado en el proceso y los agradecimientos se quedan cortos.
Nintendo Switch fue una gran ayuda y eso se ve reflejado en el artículo que escribí “Los Videojuegos también ayudan en los malos momentos”. Algunos juegos de 3DS/DS me están costando recuperarlos, pero no tengo prisa y sobre Play Station 4, es donde me he centrado realmente.
Juegos que te hacen desconectar, disfrutar de una buena historia, un apartado artístico de 10, una banda sonora con la que conectas… Podría seguir durante horas, pero todo aquel al que tiene aprecio los videojuegos, sabe realmente lo que se siente. Y sinceramente, hay videojuegos que ayudan a superar algún que otro bache.
Por último, vive la vida como realmente quieras, descubre e intenta hacer cosas nuevas, rodéate de personas positivas, comparte tus sueños y cree en ti mismo. Si te intentan ayudar, acéptalo, pero ten en cuenta que el mayor esfuerzo lo debes hacer tú. De todo se sale, pero nunca ocurre lo que uno quiere.
*Me he centrado en los videojuegos, pero cualquiera que lo lea puede verse reflejado en otros aspectos de su vida. Me he animado a escribir este texto porque la depresión y la baja autoestima no se toman en serio, se ve como un problema pasajero e incluso sin mayor importancia. Si necesitas ayuda profesional, ve por tu propio pie y no pienses que por buscarla estés haciendo mal. Cada persona es un mundo.
Yo siempre he usado los videojuegos como vía de escape para la frustración y la rabia ya que de hacerlo con personas más de uno habría acabado en el hospital.
Quiero pensar que yo soy de esos a los que los problemas les pesan poco ya que me gusta solucionarlos en frío y por mi actitud procuro no dejarme influenciar por sensaciones ni sentimientos negativos/tóxicos sean míos o externos pues, como suelo decir, «llorar y rabiar no ha proporcionado soluciones a los problemas». Claro que muy pocos pueden reaccionar o pensar como yo.
No es fácil, lo se, pero siempre hay un camino para solucionar todo sólo hay que tener la mente despejada el tiempo suficiente para visualizarlo y no permitir que los árboles nos impidan ver el bosque.
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Muy buen post, muy recomendable! Un cordial saludo.
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