A lo largo de mi vida he vivido grandes momentos, pero de esos “grandes” también hay “malos”, los cuales me han hundido durante una larga temporada. Cuando normalmente me encontraba en depresión, tendía a pagar con los videojuegos mi parte negativa, algo de lo que me arrepiento a día de hoy y he ido subsanando con el tiempo.

Entrando de lleno en el tema, he pasado por momentos en los que no me apetecía salir de casa o hablar con nadie, dejando de lado algunas cosas con tal de centrarme en mi recuperación. Aunque a todo esto se añade las personas que te quieren y están ahí, los videojuegos también han sido una parte importante en mi recuperación.

Dichos videojuegos hacen que vivas aventuras y reflexiones en algunos aspectos, aunque lo que realmente importa es que por un momento dejes de bombardearte la cabeza con pensamientos negativos.

The Legend of Zelda Breath of the Wild llegó en un momento de mi vida en el que creía que no volvería a recuperar la ilusión por jugar y aún a regañadientes me puse con el por probar. Al principio me sentía realmente mal, sin estar cómodo, pero al esforzarme por descubrir ese mundo, Hyrule acabo atrapándome. Los pensamientos negativos desaparecieron cuando me ponía con el mando, algo que poco a poco fui agradeciendo y es que explorar ese basto mundo me relajaba muchísimo.

Pillar cariño a un juego es fácil, más aún cuando estas pasando por un gran bache, pero… Cuando vuelves a pensar en el juego, solo esbozas una sonrisa por lo que te hizo disfrutar.

Lo que quiero dar a entender es que un videojuego no es solo una parte del ocio en tu vida, sino que a veces ayudan aunque no lo creas. En su día pude escuchar casos parecidos y ni yo mismo me creía que pudiesen tener un buen recuerdo de dicho momento, pero cuando lo vives en tu propia piel entiendes perfectamente esas emociones.

Todos seguimos caminando a lo largo de nuestra vida, aunque a veces empiece a llenarse de piedras o arenilla. Cada uno tiene su propia forma de afrontar las cosas y no siempre tiene que ser como te digan los demás, aunque… De todo se sale.

Un mundo, una historia, convertirse en un héroe, desenvainar la espada y enfrentarte a mil desafíos. Pocas compañías crean mundos con tanta magia como Nintendo, por lo que siempre serán parte de mí a lo largo de mi vida.

Y yo me pregunto querido lector… ¿Tienes algún juego que te haya ayudado en algún momento de tu vida?